García Lorca en Guadix


Alfonso García-Valdecasas, José Segura, Rafael Aguado,
García Lorca y  Falla en Purullena, camino de Guadix
LA GACETA LITERARIA (15/2/1928) publicó el siguiente artículo de su corresponsal Juan Aparicio,  que da cuenta de la visita efectuada por Lorca a Guadix. Junto a Carlos  López Abellán, Rafael Carrasco y Francisco Giménez, formaban la vanguardia artística de la ciudad, convertidos al "arte nuevo", a las vanguardias. Este mismo año Juan Aparicio se trasladaría a Madrid como redactor de la citada revista. El artículo refleja muy bien el carácter explosivo, divertido, curioso, culto y generoso del poeta, así como el estilo fresco, rico y atrevido de Aparicio.
Los viajeros en Lacalahorra
FEDERICO GARCÍA LORCA EN GUADIX
El día del Rey tuvimos a Federico con nosotros. Un Fiat nos lo trajo. Y la noche –a las ocho- lo devolvió a Granada. Haremos la contabilidad de su visita, el balance de lo que nos dio y lo que le dimos.
1º Federico hizo brotar el chorro de sus presioso, de sus grasioso, de sus estupendo surtidos
de imágenes; de bonitas metáforas, recién acuñadas los malabareó ante un clavicémbalo, rosa, oro –rococó- del siglo XVIII, frente a una reja repujada, junto a una luz naranja…2º Federico nos hizo varias definiciones de Guadix, de su paisaje; de su signo andaluz, andalucísimo, …
3º Federico hizo el panegírico de la Hora andaluza –entre unas alusiones rabia, rabiña, al norteño Basterra-.
4º Federico hizo declaraciones de de fe a nuestro arcediano del seiscientos, Dr. Mira de Amescua, con propósitos puros de editar en breve Acteón y Diana.
5º Federico hizo la postrera anagnórisis del barrio de las Cuevas –oh, ah, eh-, incluyéndolo ya para siempre en el circuito de turismo recomendable a forasteros visitadores; llegó hasta prometer, para el verano próximo, una temporada de medio mes de vida troglodita, de casi probables cuadros suyos cueveros –que él cree entusiasmarían y entusiasmarán a Salvador Dalí-.
6º Federico hizo  una corbeille de elogios apretados a la poetisa Roca de Togores, a D. José de Zorrilla, al duque de Rivas y a Fernández y González.
Juan Aparicio López
7º Federico anunció la inminente aparición de la revista de la joven literatura granadina Gallo.
8º Federico nos dejó su perfume –el incienso aromático de Federico- que aumenta entre mis manos. Federico estuvo toreando a la tarde y lo vimos a punto de interpretar a Haydn en el clave sin teclas. Y ahora viene el desinterés de García Lorca, su espléndido carácter. Tanto como nos dio, tanto como nos dijo -1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8- Federico, y en trueque dadivoso, magnánimo, solo se llevaba de Guadix: unas docenas de roscos de vino y el tema de un verso : “el sol que se va y los niños que lo persiguen por las paredes”.
Abur, abur
APARICIO 
Sin duda, el motivo de la visita se corresponde con la que hizo Lorca a Guadix acompañando a Falla, de la que encontramos otra reseña en El Defensor de Granada  (26/I/1928). Recordemos que el ayuntamiento de Guadix había nombrado a Falla hijo adoptivo de la ciudad el 28 de febrero de 1927 por la composición del ballet El sombrero de tres picos, inspirado en la novela de Alarcón.

El maestro Falla encuentra un curioso instrumento
Hace muy pocos días,  el ilustre Maestro don Manuel de Falla estuvo en Guadix, acompañado de varias personalidades granadinas.
El objeto de su viaje era examinar un valiosísimo instrumento de música hallado en el sótano de aquella catedral.
El maestro Falla había recibido encargo de una casa alemana  del envío de notas para componer un artículo sobre los clavicinistas españoles.
El instrumento hallado es un clavicémbalo, de los primeros que se construyeron.
Se hallaba abandonado en un sótano.
Según los documentos encontrados en el archivo, el instrumento costó 200 ducados y, considerándolo de gran valor, se acordó que estuviese bajo la custodia del deán.
Tiene la siguiente inscripción: Franciscus Pérez Mirabel. Civitates hispalense. Año 1737.
El maestro Falla lo clasifica como un curioso ejemplar de clavicímbalo o esquineta, único en España.

NOTA BENE
Francisco Pérez Mirabel fue un importante constructor de pianos de Sevilla que revolucionó el mecanismo del teclado, aumentando el volumen del instrumento, muy apreciado en Europa. Además del de Guadix, se conserva otro ejemplar de este constructor en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, datado en 1745.
En 1737 el  maestro de capilla  de la catedral de Guadix era don Pedro de Arteaga Valdés (desde julio de 1736), de quien sabemos que disfrutaba de un salario de 250 ducados y 30 fanegas de trigo anuales. Fue responsable de sustituir el arpa (barroca) por el clave como instrumento para el bajo continuo. También introdujo en el coro la flauta travesera, el oboe y la trompa.
Don Pedro murió en Guadix en 1755.

Cuando años después  García Lorca le encargó los decorados de Bodas de sangre,  pidió a Santiago Ontañón que reprodujera las cuevas de Purullena.

José Manuel Segura Soriano (1891-1931), de  Pozo Alcón, era colaborador y secretario personal de Falla; fue catedrático de Historia de Derecho Español en Salamanca y Granada y amigo de Unamuno; casado con Carmen Morales Souvirón, su muerte temprana tuvo amplia repercusión en la prensa granadina. Rafael Aguado Martín-Montijano (1901-1978), abogado, era también habitual acompañante en las excursiones del grupo; propietario del cortijo Montijano de Bayacas, en el que  Lorca oyó la historia del romance "La casada infiel", en otra excursión realizada en 1926 (creo que estos dos amigos además eran concuñados, estaban casados con dos hermanas). Alfonso García-Valdecasas (Granada, 1904-1993), obtuvo muy joven la cátedra de Derecho Civil, de la que dimitiría en 1929 en protesta contra la dictadura de Primo de Rivera. Diputado desde 1931 a 1933. Falangista (creador del nombre del partido Falange Española)  y procurador en Cortes desde 1939. Dimitió en 1945 junto a otros procuradores monárquicos. Académico desde 1965.

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