Años de Alarcón en Guadix. La forja del escritor (1833-1853)




Nací el domingo 10 de marzo de 1833, a las 5 de la madrugada, en Guadix, callejón del Hospital Viejo, penúltima casa de la derecha, subiéndolo, número 4. La casa tenía por detrás un huerto con salida a la calle Duende, 2. 


 Sus padres eran Joaquina Ariza, del barrio de la Magdalena, y Pedro Alarcón Carrillo, escribano, hijo del regidor Antonio Alarcón, que fuera destacado opositor a los invasores franceses y originario  del Marquesado. Era el cuarto, detrás de Joaquina, Luis y Francisca. En casa le llamaban "Perico". Luego vendrían Josefa, Antonio, Consuelo, Joaquín y Carmen.


Fue bautizado en la parroquia del Sagrario, bajo una reproducción del Bautismo de Francesco Albani, destruido en la Guerra Civil,  y cuyo original descubrió un sorprendido Alarcón en  la Academia de Bolonia

En la capilla bautismal del Sagrario de la catedral de Guadix, esto es, sobre la pila en que yo he sido bautizado, hay un hermoso lienzo que he admirado y he oído celebrar toda mi vida, sin que nunca hayamos podido averiguar, ni mis paisanos ni yo, quién sea su autor ni cuál su procedencia ¡Figuraos, pues, mi asombro y mi alegría al encontrarme aquí con un cuadro enteramente igual a aquel, firmado por un pintor tan insigne! Ya no tengo duda, la pintura de Guadix es una copia de esta, si no es una repetición hecha por el mismo Albano

Su casa natal estaba enfrente del Palacio de Villalegre, escenario de El niño de la Bola



Tal fue la costumbre que tomó de ir a sentarse, todas las tardes a la misma hora, en un poyo que había a la puerta de no sé qué casa, frente por frente del antiguo palacio de los Venegas, donde seguía habitando el usurero don Elías.

Allí se estaba solo y quieto, desde las dos, que acababa de comer, hasta que se hacía de noche, con los ojos clavados en los grandes balcones del edificio o en el escudo de armas que campeaba sobre la puerta


Años después, en la casa que hace esquina con la calle hoy llamada Santa María, tuvo su sede el periódico El Eco Accitano


La familia se trasladó a una casa más grande a la placeta de los Álamos. El patio tenía un ciprés que, según él, se veía desde la cuesta de Diezma

 
parado de nuevo, en lo alto de la enrevesada cuesta por donde se baja desde la última meseta de la montaña a la extendida vega de la ciudad, contemplaba las Cuevas, el barrio de Santa María, las Huertas y hasta la antigua casa de sus mayores, que se distinguía entre todas por un erguido ciprés que la coronaba... Aquel edificio atraía muy particularmente su ansiosa  atención...




Su padre preparó un huerto para diversión de los niños. Alarcón admite que puede discutirse su capacidad como escritor, como periodista, como teólogo, como político; pero nadie puede igualarse a él como agricultor, tarea que inició con nueve años en su campo de seis varas


En los primeros años de mi varia y complicada existencia, yo he sido tan labriego como vosotros; yo he manejado millares de veces la azada, el almocafre, la hoz...yo he comido pimientos y tomates de las matas que planté y cultivé, y cebollas, y cebollas, y ajos, calabazas, y pepinos sembrados por mí... apenas tenía yo nueve años cuando hacía todas estas cosas


Cuando murió su hermano Fernando, su padre sembró la parcela que le correspondía de siemprevivas     

         Uno (de los hermanos) murió, y su propiedad fue toda sembrada  de siempre-vivas



El primero de la larguísima serie de viajes que hizo Alarcón lo realiza con su padre y dos hermanos a lomos del burro Lucero a la viña que poseía en Paulenca





El burro... en que solíamos ir, por turnos de dos y hasta de tres jinetes simultáneos, a comernos, al pie de fábrica, las uvas de ojo de liebre a que debía su celebridad nuestra inolvidable viña de las Angosturas de Paulenca, llamábase Lucero






Aprende a leer en la escuela de don Luis Oliva en el Libro de las obligaciones del hombre y el catecismo que Fleuri compuso para Luis XVI y que aprendían de memoria. 
Para escribir usaba la cartilla de letra bastarda española de José Francisco Iturzaeta, obligatoria en las escuelas españolas desde 1835, aunque él se lamentaba de tener una caligrafía "basta y gorda".

Cartilla de Iturzaeta

Manuscrito de Alarcón

Entrábase a continuación a leer en el Libro de obligaciones del hombre; en seguida en El Amigo de los niños, y finalmente, en El Fleury (sic), tres obras notables que nos enteraban de lo poco o mucho que contenían, sin que don Carmelo se metiese nunca a poner ni quitar, ni a explicar o comentar cosa alguna. ¿Qué tenía él que ver con tantas cosas del Antiguo y del Nuevo Testamento como trae a colación, en su célebre Catecismo histórico, el preceptor de los hijos y nietos de Luís XIV?


  

Prepara el Bachillerato con el franciscano exclaustrado don Tomás de Ávila en el Seminario menor. En otoño de 1847 viaja por primera vez a Granada  para graduarse de Bachiller. Hizo el viaje de noche, junto a su padre.


Setenta y nueve veces lo he recorrido, la mayor parte de ellas a caballo, y ni una sola han dejado de maravillarme los singularísimos y variados cuadros que ofrece a la vista aquel trayecto de diez leguas escasas. Pues imaginaos ahora aquella cumbre, tal y como yo la vi por primera vez, a la edad de catorce años y pico, a medianoche, a la luz de la luna, asustado, con sueño, en burro, y oyendo a los arrieros hablar de asesinatos y robos ocurridos cerca( ...) Todo aquello que ves (me decía mi buen padre, cabalgando a mi lado y dándome mucha conversación para que no me durmiera) todo aquello está más allá de Granada


En las ruinas de la alcazaba un anciano erudito le enseñaba historias y leyendas de tesoros moros y de Aben Humeya. El correspondiente de la Academia de la Historia que cita posiblemente sea  Juan Bautista Barthe, nacido en Guadix en 1785, concejal desde 1829 y autor de Ilustración a una inscripción y bajos relieves de un pedestal de Acci.

Muy poco después de haberme encontrado yo a mí mismo (como la cosa más natural del mundo) formando parte de la chiquillería de aquella buena ciudad de Guadix, donde rodó mi cuna (y donde, dicho sea de paso, está enterrado ABEN-HUMEYA), reparé en que me andaba buscando las vueltas el desinteresado erudito, Académico... correspondiente de la Historia, que nunca   falta  en   las poblaciones  que  van  a  menos. Recuerdo que donde al fin me abordó fue en las solitarias ruinas de la Alcazaba. Yo había ido allí a ayudarle a los siglos a derribar las almenas de un torreón árabe, y él a consolarse entre las sombras de los muertos de la ignorancia de los vivos. Tendría él sesenta años, y yo nueve.


No puede permitirse la estancia en la Universidad de Granada y realiza estudios de Teología en el Seminario Mayor de Guadix, dependiente del colegio del Sacromonte de Granada. Don Isidro Cepero  y Torres se convierte en su mentor literario. Mientras estuvo vacante la sede episcopal de Guadix (1840-1852), don Isidro había sido Vicario de la catedral.


Seminario Conciliar de San Torcuato

El alcalde, don Ramón Asenjo del Real, le cede a la sociedad literaria La Tertulia una sala en el Pósito del Ayuntamiento. También adquiere una imprenta. El obispo, Juan José Arbolí y Ascaso, también favorece la sociedad con múltiples encargos.

 Torcuato Tárrago y Mateos es el líder de la asociación y Alarcón, con catorce años, el benjamín
 Aprende francés leyendo el Telémaco de Fenelon en francés y en español
 Puede leer obras en francés que le proporciona una dama venida de Madrid "medio casada, medio viuda" ¿? Lee a escondidas en la torre de su casa


Estrena cuatro obras de teatro desaparecidas hoy y protagonizadas por su novia, Claudia Requena Espinar, hermana de Bernardo y José, sus amigos.


Manuel María Hazañas, político liberal desterrado de Cádiz a Granada, se instala en Guadix, de donde procedía su familia. Les encarga la edición de El Eco de Occidente, donde publica sus primeros cuentos











 En el Paseo de la catedral, junto a la cruz, sus amigos de La Tertulia despiden a Alarcón  el 13 de enero de 1853 y se traslada a Cádiz. Desde el día en que fui una singularidad en mi pueblo, principié a ser desgraciado, pues me quedé solo con mi pequeña gloria, bloqueado por la envidia y encastillado en mi soberbia


El Paseo de la catedral

Reside un mes en Cádiz, donde dirige El Eco de Occidente, que cuenta con setecientos suscriptores repartidos por toda España.
 
Cádiz

El 3 de marzo de 1853 llega a Madrid, donde comparte habitación con Torcuato Tárrago en la casa de huéspedes de doña Remigia Plaza, en la calle Barquillo
Asiste a cuantas representaciones teatrales y musicales se dan en Madrid. Le emociona asistir al estreno de la ópera Fra Diavolo

 En abril se celebra el sorteo de quintos y tiene que volver a Guadix. Su padre paga la redención del soldado con la condición de que se quede en la ciudad. En septiembre muere su novia Claudia y el 1 de enero de 1854, con el consentimiento paterno, se traslada a Granada, donde se integra en La Cuerda. Mantiene relaciones con la escritora Enriqueta Lozano, que se interrumpen por el carácter liberal del accitano y las creencias religiosas de la escritora.



Integrantes de La Cuerda Granadina



Se traslada otra vez a Madrid el 15 de agosto de 1854, ahora definitivamente. La despedida de sus amigos en el Paseo del Salón es muy renombrada.

Pedro Antonio de Alarcón en 1857 ¡sin barba!

Se hospeda en la calle Lope de Vega, 1, en un sotabanco que comparte con un grupo que forma La Colonia Granadina. El punto de reunión es la calle Mesón de Paredes, 2.


Publica artículos en cuantas publicaciones hay en Madrid como "revistero social"


En 1859, con veintiséis años, acude como voluntario a la Guerra de África
 Escribe Diario de un testigo de la Guerra de África. El mayor best-seller del siglo XIX, con cincuenta mil ejemplares vendidos solo de la primera impresión. Supone su consagración como escritor

Se afilia a la Unión Liberal en 1860 e interviene en la vida política activamente, como diputado y senador por Guadix durante quince años


Forma parte de la plana mayor del partido. Tras la revolución del 68 apoya al duque de Montpensier. En la caricatura aparece sobre el arco donde se dispone a entrar Prim. A la derecha, con toga blanca, Alarcón. Son pintados como conspiradores y sospechosos  de tramar la muerte de Prim
 Aunque la placa de 1910 en la placeta de los Álamos dice que es la casa natal de Pedro Antonio de Alarcón, se trata de la casa que su padre compró después de 1840, cuando ya tenía más de siete años y donde él residiría en sus visitas a Guadix. Mientras vivieron sus padres, venía dos veces al año, en Navidad y en verano; pasadas las fiestas de San Miguel volvía a Madrid
 Sepultura en el cementerio de Guadix. Yace junto a los restos de su madre y su hermano Luis

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